Guía de uso de bolsas de contenedores antiestáticas: Protegiendo la seguridad de materiales sensibles
2025-12-11 15:14
En sectores como la electrónica y la química, los bolsas de embalaje antiestáticas constituyen una «barrera de seguridad» para los materiales sensibles; su uso correcto está directamente relacionado con la seguridad de las mercancías y el cumplimiento normativo en la producción. La verificación previa al uso es la primera línea de defensa: es necesario asegurarse de que la bolsa no presente daños ni rasguños, que la señalización antiestática sea clara y completa, y que la resistencia superficial, comprobada mediante instrumentos especializados, se encuentre dentro del rango de 10⁶ a 10¹¹ Ω para considerarse conforme. Los productos defectuosos deben ser retirados inmediatamente del uso.
En las etapas de carga y manipulación, es necesario controlar estrictamente la generación de electricidad estática. Al cargar componentes electrónicos, polvos inflamables y otros artículos similares, hay que evitar fricciones intensas; se debe dejar un espacio de al menos 10 cm entre la carga y la abertura de la bolsa. Está estrictamente prohibido introducir cargas punzantes para evitar que perforen la estructura antiestática. Al utilizar bolsas antiestáticas del tipo C, es imprescindible conectarlas a tierra según las normas correspondientes; la abertura de la bolsa debe sellarse herméticamente con sellos especiales, y está prohibido utilizar grapas u otros elementos metálicos que puedan dañar la protección. Durante la manipulación, manténgase alejado de materiales fácilmente electrostáticos como fibras sintéticas y plásticos, y transporte las cargas con cuidado para reducir la fricción.
El entorno de almacenamiento debe ser seco y bien ventilado, con control de temperatura y humedad entre 5 y 35℃ y entre el 40% y el 60%. Una humedad inferior al 40% aumenta significativamente el riesgo de acumulación de electricidad estática. Asimismo, es importante mantenerlo alejado de fuentes de fuego y campos electromagnéticos intensos. Tras su uso, las bolsas reciclables deben limpiarse, secarse y almacenarse por separado. Las bolsas dañadas deben eliminarse conforme a las normas sobre residuos peligrosos para evitar reutilizaciones indebidas que puedan generar riesgos de seguridad. Solo siguiendo estas pautas se podrá aprovechar plenamente la protección ofrecida por las bolsas antestáticas.